Solo un 3,9% de veterinarios realiza antibiogramas antes de prescribir antibióticos.
Un grupo de investigadores de Estados Unidos ha analizado los datos de 1.899 consultas veterinarias de perros, gatos y caballos para conocer las pautas de prescripción de antibióticos.
Los antibióticos son fundamentales para la medicina, pero el problema de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) amenaza la eficacia de estos importantes medicamentos. Para conocer su impacto en pequeños animales y caballos, un grupo de investigadores de Minessota y Dakota del Norte, en Estados Unidos, ha llevado a cabo un estudio.
Así, reunieron datos de registros médicos de 19 clínicas de pequeños animales y equinos de Minnesota y Dakota del Norte. En total, recopilaron 1.899 consultas veterinarias de perros, gatos y caballos. La mayoría de las consultas fueron de perros (67,2%), seguidos de gatos (22,1%) y caballos (10,6%).
En general, el 25,8% de todas las consultas caninas, felinas y equinas implicaron una prescripción de antibiótico. Las cefalosporinas de tercera generación fueron la clase de antibióticos sistémicos prescritos con mayor frecuencia si se tienen en cuenta las tres especies (23,6%).
Por especie, en perros, el antibiótico sistémico más prescrito fue la amoxicilina/ácido clavulánico (18%), mientas que en gatos fue la cefovecina (34,5%), y en caballos fue ceftiofur (29,2%)
Las preparaciones tópicas de antibióticos se recetaron con frecuencia, especialmente en perros (42,5% de las prescripciones caninas), aunque a menudo se recetaron también antibióticos sistémicos al mismo tiempo.
Las afecciones más comunes para la prescripción de antibióticos en todas las especies combinadas fueron las cutáneas (24,4%), otitis (22,1%), oftálmicas (9,4%), gastrointestinales (8,3%), respiratorias (8,3%), y enfermedades del tracto urinario (7,6%).
Mientras que al 44,2% de los pacientes a los que se les prescribieron antibióticos se les realizó citología, solo al 3,9% se les realizó cultivo bacteriano y antibiograma. “El cultivo bacteriano y las pruebas de susceptibilidad para guiar el uso de antibióticos se realizan con poca frecuencia en perros, gatos y caballos”, admiten los autores.
Los investigadores indican que la evaluación microscópica (p. ej., citología) es económica y se puede realizar con el equipo básico presente en la mayoría de los entornos veterinarios. “Si bien la citología se utilizó con más frecuencia que el cultivo bacteriano y el antibiograma, un uso más generalizado podría ayudar a guiar la toma de decisiones sobre antibióticos por parte de los veterinarios de pequeños animales y equinos”, defienden.
Asimismo, recuerdan que, ateniéndose a los datos de este estudio, los gatos, perros y caballos reciben con frecuencia clases de antibióticos que se consideran de importancia crítica para el cuidado de la salud humana.
Por otro lado, indican que, si bien existen guías de prescripción de antibióticos para infecciones de la piel canina, infecciones del tracto urinario y respiratorio canino y felino, y paperas equinas y neumonía, abogan por más pautas basadas en evidencia y revisadas por pares para ayudar a los veterinarios a elegir antibióticos.
Los autores enfatizan también la necesidad de orientación en la utilización de terapias antibióticas tópicas para las infecciones de la piel, así como la orientación del tratamiento para la diarrea aguda inespecífica en gatos y perros.
fuente: Animalshealth